Titulo Original:
Wall Street: Money Never Sleeps

Titulo Español:
Wall Street: El Dinero Nunca Duerme

Pais:
Estados Unidos

Fecha de estreno en país de origen:
24 de septiembre de 2010

Fecha de estreno en México:
1 de octubre de 2010

Director:
Oliver Stone
- Platoon (1986)
- JFK (1991)
- Alexander (2004)


Reparto:
- Michael Douglas
- Shia LaBeouf

Un día cualquiera, llega al pueblo un tipo muy elegantemente vestido en su traje
Armani, manejando un Mercedes, luciendo Rolex a la muñeca y mancuernillas de diamante. El hombre se  instala en el mejor hotel disponible, reúne a todos los habitantes del pueblo y les da el siguiente anuncio: por cada chango que le lleven,
les pagará 10 dólares. 

Los hombres del pueblo enloquecen de emoción, pues saben que los árboles que rodean al pueblo se encuentran repletos de changos. El hombre paga sin titubear
los 10 dólares prometidos. Transcurrido un tiempo, el interés de los hombres se ve mermado debido a que los changos empiezan a escasear, y cada vez resulta más
difícil atraparlos.  Ahora el hombre anuncia que pagará 20 dólares por cabeza, lo
que se traduce en un renovado auge. Gradualmente empieza de nuevo a reducir la “fiebre” al escasear aún más los changos.  En este punto el hombre comunica que pagará 30 dólares, lo que - una vez más - impulsa a los hombres a perseguir
el “valioso” recurso. 

Cuando prácticamente  se han agotado los changos, el hombre anuncia que debe
salir urgentemente a la ciudad a tratar asuntos importantes, pero que al regresar
pagará 100 dólares por cada chango. Se marcha, dejando encargado a un joven “socio” a cargo del negocio. Una vez que se ha ido el hombre elegante, el joven
reúne a todo el pueblo y les propone lo siguiente: él les venderá los changos a 50 dólares, y cuando el jefe regrese se los podrán vender a 100, obteniendo una
ganancia del doble de lo que inviertan.

Todo mundo enloqueció, comenzaron a vender todas sus pertenencias y a gastar
sus ahorros con tal hacer el negocio de sus vidas. El joven cumplió con su promesa y les vendió todos los changos a 50 dólares cada uno.

Obvio, nadie volvió a saber nada del hombre ni del joven. ¿Y cómo quedaron los
habitantes del pueblo? Gastaron los ahorros de toda su vida, y solo se quedaron
con un montón de changos.

¿Qué podemos aprender del relato anterior?  Para empezar que las apariencias
lo son todo, si vemos a alguien que parece una persona seria y pudiente asumimos
que es honesta y exitosa. También que el precio de cualquier cosa esta determinado por la expectativa que dicha cosa, ya sea un bien o un servicio, genere. Sin
embargo la lección más importante es: la ambición desmedida nos vuelve estúpidos.

En el mundo de los negocios no importa si lo que vendemos es de buena o mala calidad, lo realmente relevante es encontrar un grupo de personas que lo quieran comprar. Por eso siempre andan tratando de convencernos de comprar Herbalife o Usana; que el producto no sirva para nada no importa, la compañía gana con que la gente crea que sí funciona. Un conocido experto en el mercado de valores, André Kostolany, describió lo anterior – aplicado a la bolsa de valores - como: “lo importante es saber si hay más tontos que papel, o más papel que tontos”.  Y en la bolsa, todos somos esos tontos, el truco consiste en no ser los más tontos.

El mercado bursátil ha sido señalado como el principal culpable de la pobreza mundial,
y viendo el ejemplo de los changos, no creo que alguien lo dude. ¿Un ejemplo más claro? Se calcula que en Estados Unidos existen 6 trillones de dólares en dinero real,
sin embargo el total de las acciones que maneja el NYSE (New York Stock Exchange)
están valuadas en aproximadamente 15 trillones, ¿Cómo es posible? Es dinero “inflado”, próximo a colapsar,  y cuando lo hace el perjudicado es el país.

En una buena parte, todo lo anterior lo vemos en Wall Street: Money Never Sleeps. Una película con una temática compleja, pero apasionante. Trata de un viejo corredor de bolsa, que después de 8 años en prisión, aparece de nuevo en escena, formando una especie de alianza con su yerno - para intentar recuperar a su única hija - , quien
lo culpa por todos los desastres familiares posteriores a su encarcelamiento.

Wall Street no es para todos, es una película inteligente, dirigida a un público inteligente. Es fácil que te aburra si no sientes por lo menos la más leve
curiosidad por el mundo de los negocios y el complejo sistema bursátil. Si eres
de esas personas que solo quiere ir al cine a ver una película que no te haga pensar, definitivamente no te la recomiendo, pero si te gusta usar un poco el cerebro la disfrutarás.